El sexo fetal puede definirse a partir de la semana 16 mediante la visualización directa de los genitales externos masculinos o femeninos.
En algunos casos (obesidad materna o cicatrices de múltiples cesáreas) la visualización de los genitales puede ser dificultosa, pudiendo ser necesario realizar el examen a una edad gestacional más avanzada (semana 18, por ejemplo).
En etapas previas (semana 12 a 14), es posible “predecir” el sexo fetal mediante la evaluación del tubérculo genital. Sin embargo, no es recomendable definir el sexo en este momento debido a que aún correctamente interpretado, presenta un margen de error de entre el 10-20%.